Después de dos derrotas consecutivas y de no ganar hace tres fechas, era necesario volver a entrar de lleno en la lucha por el cupo para la Copa Sudamericana, y de que manera, ganando 4 a 1 y en casa.

Desde el primer minuto de juego se vio nuevamente la disposición ofensiva del equipo, teniendo como los puntos más altos el juego por las bandas de Toloza y Valenzuela, el quite y habilitación del “gato” Silva, además de las jugadas llenas de magia de nuestro capitán, Milovan Mirosevic.

En la defensa Cruzada, también se pudo ver un juego de alto nivel, ya que la vuelta de Hans Martínez, provoco más seguridad y se desarrollaron en sus pies algunas jugadas de gol.

Los goles fueron anotados por Toloza, el primero fue obra de él, ya que busco una pared con un compañero para luego rematar de manera magistral al arco y el segundo de penal cometido a Valenzuela en una jugada donde dejo a la defensa rival sin ninguna opción, sólo la de derribarlo en el área (min. 4 y 41 primer tiempo), Mirosevic con un certero cabezazo producto de un centro efectuado por Valenzuela (min. 38 primer tiempo), finalmente un autogol luego de un centro y cabezazo de Hans Martínez.

Un sólo delantero:

Podría sonar bonito al decir que es difícil hablar de puntos bajos en este partido, sin embargo, hay un personaje que no la sigue mojando, que gana el sueldo más alto del plantel y uno de los mejores del fútbol chileno, que a pesar de todo esto en la cancha no se nota su nivel ni lo que se paga por él. Es mejor que nuestro D.T lo empiece a dejar en marquesina viendo el partido desde ahí, ya que hay un número importante de jugadores que están deseosos de ocupar dicha posición (Francisco Silva, “lucho pato” Núñez, Jeison Ibarrola, entre otros).

Por el otro lado, Matías Rubio se ha ganado la titularidad, ya que tiene un vértigo al jugar, una rapidez para desbordar, quizás lo único que debe mejorar es algo que el propio “fantasma” le ha expresado, que “deje de luchar con sus rivales”.